Mujer….
No eres fruto de la soledad del hombre, por el
cual Dios te creo… eres más bien, fruto de la riqueza del corazón de Dios, tu
existencia.
Cuando Dios dijo “hagamos al hombre a nuestra
imagen y semejanza” te colmo a ti de la ternura y de la belleza, te colmo de
paciencia y fortaleza; te lleno de sabiduría y trabajo.
Así eres tú, Mujer, tan cerca de Dios y tan
cerca de los hombres. Eres la única criatura del universo que sirvió de
sagrario al Dios hecho hombre, por eso, tienes el don de dar vida y engendrar
hermanos.
Tú eres el espejo materno de Dios, cuyo brillo
se refleja en tu rostro femenino de suspirar por tus hijos en toda necesidad.
Mujer… don precioso de la mano de Dios, que
vales por lo que eres y no por lo que haces. En ti, todo hombre encuentra el
alimento materno del afecto y del cariño, en ti encontramos el sudor del
trabajo y la risa de la amiga. En ti encontramos el cuidado del enfermo y el
perdón para el que ofende.
Deja que hoy junte todas las nubes del cielo
para hacerte una corona de gratitud; deja que los montes aplaudan y agradecer
tu presencia; deja las aves del cielo entonen su sinfonía de nobleza. Por que
tú, mujer, eres la hermosa criatura que sin necesidad de rosas, eres el adorno
de la casa y del campo, eres el adorno de la calle y de la ciudad. Eres mujer,
tan sencilla y tan profunda, como el oro que con su brillo suave fecunda las
manos del artista.
Así eres tú mujer, que haces brillar con tu
presencia el acto más humilde del hombre.
A ti Mujer, deja que las olas del mar se
aquieten ante el suspiro de tu palabra, por que nadie puede dejar de agradecer
tu inmensa capacidad de amar y dar.
Tú, tan cerca de Dios y de los hombres, tan
amiga y hermana, tan esposa y madre. Tu mujer...simplemente Mujer.
Freddy Gonzalez Cristi
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